La interprofesional láctea advierte de que ha comenzado a ver “importantes destrucciones de valor”. 21.700 ganaderos hicieron entregas de leche el año pasado. Tiene 60.000 empleos directos. El cierre del canal horeca se ha dejado notar mucho en el volumen de ventas
El nuevo presidente de la interprofesional láctea (Inlac), Ignacio Elola, es consejero delegado del Grupo Lactalis en España y director de su división de quesos. Ha sido también director general de la división de Food Service y director general de Lactalis Puleva. Lleva más de veinte años en la industria de la alimentación y el sector lácteo y ha podido conocer al detalle el proceso de transformación de la leche en diferentes productos como yogures, leche de consumo, quesos, mantequillas y natas. Fue elegido presidente de Inlac el pasado mes de noviembre.
-Acaba de asumir la presidencia de Inlac. ¿Se ha marcado objetivos nuevos para estos dos próximos años? -En Inlac vamos a seguir una intensa hoja de ruta marcada por las iniciativas que persiguen la vertebración sectorial, la búsqueda de valor añadido, la sostenibilidad, la adaptación a los nuevos marcos regulatorios y las ambiciosas campañas de divulgación e información de nuestros saludables productos, que el consumidor debe conocer.
Entre los principales retos que tenemos en los dos próximos años cabe destacar la adaptación a la nueva Política Agraria Común (PAC) que se empezará a aplicar en 2023 y la estrategia ‘De la Granja a la Mesa’ de la Comisión Europea. Continuaremos con el desarrollo de las campañas de divulgación más ambiciosas de nuestra historia como ‘3alDía’, ‘Súmate a la Generación Láctea’, ‘Teléfono Lácteo’ y ‘Quesea’.
Defenderemos nuestro sector de los bulos y ‘fakenews’ alentadas por lobbies antilácteos porque la evidencia científica está de nuestro lado en cuanto al incuestionable papel nutricional de los productos lácteos y sus contrastados beneficios para la salud. También relanzaremos proyectos de I+D+i de ámbito sectorial para contribuir a la sostenibilidad, modernización, profesionalización y desarrollo tecnológico del sector lácteo.
En definitiva, todas nuestras medidas tienen el mismo objetivo: seguir asegurando al consumidor la disponibilidad de productos de la máxima calidad, seguridad y respecto al medio ambiente al tiempo que se mejoran y modernizan las estructuras productivas. Debemos conseguir potenciar el compromiso de toda la cadena –incluida la distribución- para construir valor añadido en torno a la leche y los productos lácteos, que asegure la viabilidad de todos los operadores, tanto la de los fabricantes como la de los ganaderos. Inlac debe ser, además, un motor en innovación e I+D.
-¿Sabe el consumidor qué son los lácteos realmente? -Muchas veces los consumidores desconocen lo que hay detrás de cada vaso de leche, yogur, porción de queso o cualquier otro producto lácteo que consume. Tenemos un sector líder en el ámbito agroalimentario. Un motor de economía y empleo y la mejor forma de luchar contra los incendios forestales o el avance de la España Vaciada. Tenemos mucho que comunicar.
Afronto esta nueva presidencia con gran responsabilidad. Quiero aprovechar y agradecer todo el trabajo realizado hasta ahora por Inlac y mostrar mi voluntad para seguir avanzando en el desarrollo de iniciativas junto a la nueva Junta Directiva donde están representados todos los eslabones de la cadena de valor del sector lácteo: Cooperativas Agroalimentarias de España, Fenil, Asaja, COAG y UPA. La unidad y el consenso son más necesarios que nunca para que podamos estar a la altura de los grandes retos que tendremos que abordar juntos en los próximos años.
-¿Cómo les afectará la nueva PAC? -Nos dirigimos hacia una PAC más medioambiental que destinará el 40% de su presupuesto a estos objetivos más ‘verdes’, al tiempo que reforzará el papel de los ganaderos. La nueva arquitectura de la PAC promoverá los llamados ecoesquemas, es decir, ayudas complementarias para cumplir con prácticas beneficiosas para el medio ambiente. Y tanto las certificaciones en bienestar animal, en pastoreo o la leche ecológica van a ser muy relevantes en los próximos años. De hecho, en la estrategia ‘De la Granja a la Mesa’ de la UE, se pretende dar a la producción ecológica un peso clave.
El sector se adaptará como siempre lo ha hecho, con sobresaliente, aunque creemos que Administraciones y consumidores deben ser conscientes de que disponer de productos más sostenibles tiene un precio, porque si no, cualquier mejora se realizará en detrimento de la rentabilidad del resto de los eslabones de la cadena.
-El sector lácteo es estratégico en la actividad agroganadera. ¿Se le da la importancia que realmente tiene? ¿Qué hace o va a hacer Inlac a este respecto? -Por supuesto, somos un sector estratégico para la economía y la vertebración del medio rural, aunque no siempre hemos sabido transmitir su importancia. Los datos hablan por sí mismos: la cadena de producción, transformación y comercialización del sector lácteo factura en torno a 13.000 millones de euros al año y genera más de 60.000 empleos directos. Las industrias lácteas suponen más de 9.500 millones de euros al año de volumen de negocio y emplean a más de 30.000 personas mientras que, en 2019, 21.700 ganaderos realizaron entregas leche.
Atendiendo a los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) en 2019 se produjeron en España más de 8.200.000 toneladas de leche de todas las especies. Concretamente, se produjeron unas 7.230.000 toneladas de leche de vaca, del orden de 510.000 toneladas de leche de oveja y 475.000 de leche de cabra.
El sector es imprescindible por muchas cosas. Produce alimentos de calidad, nutritivos, seguros y buenos para la salud. Vertebra el territorio porque crea actividad económica, riqueza y empleo en un contexto de sangrante despoblación rural. Además, cuida los paisajes y evita el avance de la desertización y los incendios.
Desde Inlac vamos a seguir comunicando todo lo bueno que hay detrás de cada producto lácteo, trabajando para contrarrestar los ataques que sufrimos de sectores que quieren que la ganadería y los lácteos desaparezcan y no dudan en recurrir a noticias falsas o bulos para lograrlo. En este contexto, vamos a seguir adelante con nuestras campañas de información y divulgación de las bondades saludables de los lácteos (3alDía, Generación Láctea o Quesea son muestras de ello) y de visibilización del sector lácteo ante la opinión pública (campaña Teléfono Lácteo). Nunca estuvimos tan cerca de nuestros consumidores.
-¿Cuál es la situación del productor de leche en estos momentos? ¿Acusa mucho los efectos económicos que se derivan de la pandemia? -Las restricciones en cuanto a aperturas y horarios que están sufriendo bares, restaurantes, hostelería y catering desde el inicio de la pandemia de la covid-19 ha motivado una brusca reducción de la comercialización en este canal durante 2020. Productos de alto valor añadido y muy enfocados a la restauración, como los quesos, se han visto muy perjudicados, sin olvidar los grandes volúmenes de comercialización de leche, yogures y postres lácteos que se han perdido. Por el contrario, el consumo en hogares ha crecido, lo que muestra que los españoles siguen dando su confianza a estos productos y los respaldan con su elección de compra.
Tanto los productores como las industrias transformadoras han tenido que adaptarse, como toda la sociedad, a esta pandemia, y han mostrado sus compromisos porque nunca ha faltado un producto lácteo en el lineal de un supermercado pese a estas circunstancias tan extraordinarias. Confiamos en que la plena normalidad llegue cuanto antes al país y el sector lácteo no es ajeno a los sacrificios que todos hemos tenido que hacer durante los últimos meses.
-¿Qué diferencias hay entre cómo están los mercados para la leche de vaca, oveja y cabra? ¿Está alguno de estos especialmente mal? -En cuanto a producción, los precios pagados a los ganaderos por la leche de vaca están un poco por encima que en 2019 y en el caso de oveja y cabra (por el impacto de Horeca) están ligeramente por debajo. Es evidente que la pandemia del coronavirus ha impactado notablemente en nuestro sector, que depende ahora de manera muy notable del comportamiento del canal de la alimentación. De cara a 2021 lo realmente preocupante será la evolución del consumo influida por la crisis económica y sobre todo el papel que adopte la distribución en relación a sus estrategias. En este sentido, ya hemos comenzado a ver importantes destrucciones de valor en los productos lácteos.
-Respecto a los elaborados lácteos, ¿qué perspectivas hay? -Tenemos enormes potencialidades en el ámbito de los transformados lácteos. El queso es un claro ejemplo de ello. Por eso queremos poner en valor todos los quesos producidos en España frente a los quesos importados de bajo valor, puesto que tenemos una importación anual de 200.000 toneladas de quesos de bajo valor añadido (barras, rallados, etc.) que en realidad son una salida a los excedentes de producción de los países del norte de Europa y que nada tiene que ver con la creación de cultura quesera.
De hecho, el consumo de queso en España, que es el destino principal de la leche producida en pequeños rumiantes, es uno de los consumos más bajos de Europa, según los datos estadísticos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y que recoge el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA): apenas 8,75 kilos por persona y año (casi la mitad que la media de la UE).
Así, hemos lanzado la campaña Quesea de tres años de duración (2020-2022) para potenciar el consumo de queso español, vincular los tipos de queso a distintos momentos de consumo durante el día, aumentar la cultura del consumidor asociada al queso, y de esta forma conseguir una mayor capacidad de diferenciación en cuanto a los distintos tipos de queso español en los lineales y posicionar nuestro producto en el mercado para competir con otras alternativas de consumo.
-Sin perder de vista que es esencial en la alimentación, ¿por dónde cree que pasa el futuro? ¿Qué debe hacer el productor para seguir adelante con la actividad? -Debemos trabajar ahora más que nunca por un sector unido y fortalecido, con poder de negociación frente a distribución comercial para conseguir que se genere más valor, impedir que se utilicen los lácteos como producto reclamo y que el consumidor reconozca el esfuerzo en materia de sostenibilidad. Necesitamos un sector lácteo cohesionado y fuerte para hacer frente a los importantes retos que tenemos por delante.
El futuro pasa sin duda, por la sostenibilidad medioambiental para avanzar en la economía circular. Abordaremos especialmente proyectos para disminuir las emisiones de CO2, el consumo de agua y la gestión de los purines. Seguiremos promoviendo las buenas prácticas. Invirtiendo en incorporación de energías renovables, la disminución del uso de agua, la circularidad de los envases o la reducción del desperdicio alimentario. El sector lácteo somos un ejemplo de compromiso con una economía eficiente y más ecológica.
También identificaremos entre todos líneas de trabajo en las que Inlac debe ejercer como motor de investigación, colaborando con universidades, centros de investigación (tanto públicos como privados) y otros agentes de investigación para facilitar el desarrollo del sector.
El sector lácteo es ‘caballo ganador. Solo tenemos que creerlo y trabajar juntos para exprimir todas sus potencialidades positivas porque ello redundará en beneficio de todos, incluidos el medio ambiente, el futuro rural, la economía, y los consumidores a los que nos debemos y que tienen muchas veces, con su elección de compra, la llave.
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